¿La escuela: “Camino o carretera”?
- Laura Fainstein
- 19 ago 2024
- 2 Min. de lectura
Comparto a continuación algunos párrafos del artículo que publicamos junto a mi colega Adriana Suliansky, en la revista Actualidad Psicológica de este mes de marzo 2024. Para explorar el artículo completo y toda la publicación deben ingresar a la página web de la revista. La temática de este número nos invitaba a reflexionar sobre “La escuela en tiempos complejos”.

…Durante la pandemia, hemos tenido la oportunidad de escuchar el impacto que le producía a los docentes “entrar” a las casas de sus alumnos a través de una pantalla que les imponía una imagen del universo particular de cada niño.
…En la actualidad existen tendencias que intentan rescatar de la experiencia educativa de la pandemia algunos aspectos positivos, como ser la incorporación de mayor tecnología en el aula. Sin embargo, hay algunas líneas de propuestas que nos resultan por demás arriesgadas si se generalizan, por ejemplo, la opción de la no presencialidad. Sostenemos, no sólo desde un marco ideológico sino también desde nuestra práctica como psicopedagogas, que la escuela presencial (en todos sus niveles) sigue siendo el mejor lugar para niños y jóvenes. Ella ofrece una experiencia irremplazable e insustituible de interacción directa con compañeros y con maestros, en un espacio de aprendizaje con otros. Es el tiempo y espacio compartido, en un marco de presencialidad el que construye el sentido de comunidad y solidifica la construcción de vivencias culturales, sociales claves y vínculos significativos.
…En el terreno de la educación la autoridad del docente se encuentra devaluada por los padres que cuestionan su palabra, desconfían de su decir, interpelan sus intervenciones, sostenidos a su vez, en una desacreditación de la institución escolar por parte de algunos sectores sociales: Es necesario reinstalar el lugar de la autoridad pedagógica y la potencia de la “escuela” como venimos señalando.
…Se hace necesario recuperar el prestigio de la palabra docente para que sus intervenciones sean acompañadas por la comunidad. Cuando el docente implementa trayectorias, logra promover el despliegue de las posibilidades de todos y de cada uno. Es él quien tiene el trabajo de inscripción, de escuchar, de nombrar, reconocer y autorizar lo nuevo. Se trata de comprender, sostener y delimitar lugares. El maestro con su palabra, con sus intervenciones hace nacer al alumno en el niño. Un alumno se instituye cuando un maestro y su escuela lo piensan.
…El docente, en este recorrido de transformación también tiene que reflexionar y revisar sus propias construcciones, deconstruir la representación imaginaria del “alumno ideal” (internalizado luego de años de concebirlo en una escuela “homogénea”) para que, desde una nueva posición, pueda repensar sus propuestas en función de la diversidad de alumnos con los que se encuentra en su aula.
Comments